Columna CONTRAFILO
Qué nervios…
José García Segura
Este domingo terminó la segunda Consulta Nacional denominada Programas
Prioritarios, según la cual 925 mil electores votaron a favor de los
10 programas prioritarios para el gobierno de Andrés Manuel López
Obrador.
El reporte, difundido por Enrique Calderón Alzati, presidente de la
Fundación Arturo Rosenblueth y Jesús Ramírez Cuevas, vocero
gubernamental, recoge el punto de vista de los participantes.
La construcción del Tren Maya, que correrá de Cancún, Quintana Roo
hacia Chiapas, Tabasco, Campeche y Yucatán hasta Cancún otra vez,
logró el mayor porcentaje de votación, seguido del plan de desarrollo
para el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y de la refinería en el puerto
Dos Bocas, Tabasco.
Por cierto, el domingo 9 de diciembre el ya presidente constitucional
presentará en Paraíso, Tabasco, su plan de refinación el cual
comprende la reactivación de 6 refinerías y, el arranque formal de los
trabajos en Dos Bocas.
En la segunda consulta, aplicada en 538 municipios, también se
avalaron programas sociales como sembrar un millón de árboles,
aumentar al doble el apoyo mensual para los adultos mayores, ofrecer
empleo a jóvenes de entre 18 y 29 años, becar a estudiantes de
educación media superior, pensionar a personas con alguna
discapacidad, libre acceso a Internet en espacios públicos, entregar
medicamentos y dar atención médica gratuita en instituciones públicas
de salud.
Para participar en la segunda consulta fue más que suficiente la
credencial de elector.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para las nuevas autoridades.
En el editorial del semanario católico Desde la Fe, la Arquidiócesis
de México pidió a López Obrador seriedad y “mayor transparencia” en
esta y otras consultas con el fin de evitar que únicamente sirvan para
legitimar decisiones ya tomadas.
La primera consulta de esta naturaleza fue para decidir el destino del
Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) mismo que fue
sepultado por el proyecto en la base militar de Santa Lucía.
El próximo sábado 1 de diciembre, Enrique Peña Nieto entregará a
Porfirio Muñoz Ledo la banda presidencial y este la impondrá a Andrés
Manuel López Obrador quien se convertirá en el presidente
constitucional número 67 además del más longevo (65 años) en la
historia de México.
Mil 500 invitados nacionales y 24 Jefes de Estado o de Gobierno
extranjeros fueron invitados a la ceremonia en el recinto legislativo
de San Lázaro.
A partir del jueves, la Cámara de Diputados y sus alrededores serán un
bunker resguardado por las fuerzas armadas mexicanas.